El mercado de alquileres continúa su expansión, impulsado por una oferta récord que contribuye a moderar el ritmo de aumento de precios. Sin embargo, dentro de este escenario, los inmuebles de mayor tamaño muestran una dinámica distinta, liderando los incrementos y marcando una tendencia que vale la pena observar.
Por qué los departamentos grandes lideran los aumentos y la demanda
En el actual contexto del mercado de alquileres, los departamentos de mayor tamaño —especialmente los de tres y cuatro ambientes— encabezan las subas de precios, con incrementos que superan el 50% en algunos casos. Esta tendencia responde a una escasez estructural: durante décadas, los desarrolladores priorizaron unidades pequeñas, orientadas a inversores, dejando una oferta limitada de propiedades familiares.
Además, los departamentos grandes suelen ubicarse en edificios con amenities y mejor infraestructura, lo que eleva su valor. A diferencia de los monoambientes o unidades de dos ambientes —más accesibles y pensadas para personas solas o parejas jóvenes—, las propiedades amplias apuntan a un segmento dispuesto a convalidar precios más altos.
En cuanto a la distribución geográfica, el alquiler promedio de un departamento de tres ambientes en la Ciudad de Buenos Aires ronda los $896.000 mensuales. Sin embargo, hay zonas que se ubican por debajo de ese valor, como Villa Lugano ($695.600), Constitución ($744.900) y Vélez Sarsfield ($760.300), ofreciendo opciones más accesibles dentro del mercado.
Por otro lado, los barrios con valores más elevados —dejando fuera a Puerto Madero, donde predominan las publicaciones en dólares— incluyen Villa Ortúzar ($1.096.500), Núñez ($1.046.200), Villa Devoto ($1.042.800), Palermo ($1.034.000) y Villa Urquiza ($1.032.800). También se destacan Colegiales, Saavedra, Belgrano y Coghlan, todos con precios que rondan el millón de pesos mensuales.
La mayor concentración de oferta se encuentra en Palermo, Recoleta, Caballito, Belgrano y Almagro, que reúnen el 60% de los departamentos de tres ambientes disponibles. No obstante, alquilar una propiedad de este tipo puede demorar entre 60 y 90 días, dependiendo del precio, estado y monto de las expensas.
En contraste, los monoambientes enfrentan dificultades para alquilarse, especialmente en el corredor norte, donde la sobreoferta y la cercanía de unidades de un dormitorio con precios similares generan una competencia directa.
Fuente: IP Profesional
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